Perfil Público de zann
Zánn Andrés
Un poco sobre zann
Estadísticas
¿Cómo conseguir puntos?
Puedes obtener puntos y subir en nuestro ranking en función de estos criterios:
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
Puntos
Día 86.98
Puntos
Semana 86.98
Puntos
Mes 86.98
Puntos
Año 2
Seguidores
0
Seguidos

Insomnio
Por la noche se abren mis ojos
como esferas de otro mundo
—un mundo inexorable e infinito—
deambula mi mirada por las calles flacas
se atraviesa con ancianos polvorientos.
Pequeños Stradivarius.
Ojos sin párpados.
Papel que rechina al contacto con el carbón.
Pasos acústicos que se acrecientan en el piso
y horas que no caen en la arena.
Tenores sonámbulos cantan una canción remota y generacional
mientras devora la noche los huesos del día.
—Zánn Andrés

Ansiedad
Asfixia en la noche con sus brazos gigantes
con su voz indecible, fría y lugubre
—susurra al oído palabras sinuosas—
se posa, es una montaña en el pecho del alma.
Ansiedad, insecto de grandes mentiras.
—Zánn Andrés

Sirena pirata
Navegábamos rumbo a las Américas cuando la vi
y al verla; corrió dentro de mí una manada de caballos salvajes;
galoparon hasta la cumbre de mis ojos
brillando como faros en aquel mar.
Sus ojos reflejaban opaca atmósfera
naufragios de navíos.
Coronada cabellera perfumada
en su cabeza de princesa marina
colochos de madera de agar;
cabellos que atan pensamientos profundos y errantes.
Su piel era como la miel de ámbar
mezclada con jugos nutridos,
agua de coco, flores y racimos de planta verde;
fermentada con sal y arena y olor submarino de océanos ocultos.
Para cuando escuché su voz…
ya estaba siendo arrastrado al fondo del mar.
—Zánn Andrés

La hormiga y el gusano
Cierto día, una hormiga exploradora se encontraba buscando alimento para la colonia cuando escuchó una voz grave y ronca que la llamaba desde lo alto de unas anchas hojas.
—¡Oye tú, pequeña! ¿Por qué trabajas tan duro todo el día? —preguntó un gordo y curioso gusano que llevaba un tiempo viendo cómo la hormiga se afanaba en sus labores.
—Estoy en búsqueda de alimento para la colonia —respondió la hormiga con orgullo.
—¿Entonces eres de esos tontos que recogen alimentos para otros? ¿Y qué pasaría si te hieren en tu búsqueda, o si mueres? ¿Realmente importaría para tu colonia? ¿Acaso alguien vendría a buscarte? —cuestionó con desdén el trabajo de la hormiga.
—¿Por qué tendría que buscarme a mí misma? —preguntó la hormiga, confundida.
—¡Así que reconoces que no eres importante! —replicó burlonamente el gusano y añadió—; yo prefiero vivir solo, sin que nadie me dé órdenes. Elijo mi propio destino, decido qué comer y dónde vivir. No recojo alimento para nadie y no necesito a nadie.
Entonces, dos hormigas más saltaron desde su espalda y arremetieron contra el gusano. Apenas podía moverse cuando cayó, y pudo oír cómo las tres hormigas decían a una voz:
—Zánn Andrés

El último neandertal
En una caverna rupestre y, alrededor de la hoguera, Golbrich el neandertal, conversaba con su familia.
—Son tiempos difíciles… ¡Brorum! ¡Ah, si solo fueran las fieras eso no sería un problema! Pero esos otros sí son realmente una molestia; ya quedamos muy pocos…
¡Ah, si solo fueran las fieras eso no sería un problema! Esos otros… sí, son ellos… ¡Brorum! —Atizaba las brasas mientras su mirada se perdía en la llama, antes de apagarse para siempre.
—Zánn Andrés

El maya
—Alcanzaré esas luces incontables de la noche —dijo Aya’wab P’éel Ichil— mientras miraba más allá del espeso bosque.
Así que le pidió a su padre que lo alzara en brazos lo más alto posible y, por más que arañaba el aire, no pudo alcanzarlas.
Creció hasta convertirse en el mejor de los guerreros. En esos días, subió al árbol más alto que estaba en la cumbre de la montaña más alta, extendió su brazo todo lo que pudo para hacerse con ellas, pero de todas formas no consiguió alcanzarlas.
Fue entonces, ya siendo emperador, cuando construyó en aquella cumbre la más alta de las pirámides y, después de subir hasta la cima, saltó con todas sus fuerzas; lo hizo una y otra vez, pero tampoco logró alcanzarlas.
Se quedó allí en silencio contemplando aquello.
—¡Ah, si tuviera más tiempo! —dijo— y bajó a la gran ciudad que había edificado.
—Zánn Andrés
ELLA ES TAN DULCE
es tan dulce y cálida como el arte
es tan bella como el día que la vi
ella es como el fino arte de la continuidad
no para pero sigue sin cesar,
junto a mi ventana hay algo que ocultar
pero no lo se, ella es especial y amorosa
es ella la que me llena de amor y de paz
sus besos me provoca algo que dar y junto con eso mis defectos se van
eres mía , eres divina , eres un beso largo de minutos eufóricos
para esto mis días de soledad desaparecen lentamente cada vez que miro y pienso en ti me desparezco y te echo de menos sin fin
Enviado por brunopch
APELLIDO
- Oye, dime tu apellido
- Aquino
- Bueno, pues vamos a mi oficina...
- ¡Aquino!
- Vale, vale, vamos el baño...
- Te he dicho que Aquino!
- Entonces vamos a mi casa
- ¡¡¡Aquino!!!
- ¡¡¡Entonces donde wey!!!
"Qué misterio tiene la nostalgia. Que necesitamos un tren de vagón de cargas para llenar hasta los rincones"
Mily bb
Soy de hierro
Soy de metal
Por eso quiero
Decirte que
Nunca quise estar.
Yeison Carrascal
ELLA ES TAN DULCE
es tan dulce y cálida como el arte
es tan bella como el día que la vi
ella es como el fino arte de la continuidad
no para pero sigue sin cesar,
junto a mi ventana hay algo que ocultar
pero no lo se, ella es especial y amorosa
es ella la que me llena de amor y de paz
sus besos me provoca algo que dar y junto con eso mis defectos se van
eres mía , eres divina , eres un beso largo de minutos eufóricos
para esto mis días de soledad desaparecen lentamente cada vez que miro y pienso en ti me desparezco y te echo de menos sin fin
Enviado por brunopch
APELLIDO
- Oye, dime tu apellido
- Aquino
- Bueno, pues vamos a mi oficina...
- ¡Aquino!
- Vale, vale, vamos el baño...
- Te he dicho que Aquino!
- Entonces vamos a mi casa
- ¡¡¡Aquino!!!
- ¡¡¡Entonces donde wey!!!
"Qué misterio tiene la nostalgia. Que necesitamos un tren de vagón de cargas para llenar hasta los rincones"
Mily bb
Soy de hierro
Soy de metal
Por eso quiero
Decirte que
Nunca quise estar.
Yeison Carrascal