Perfil Público de yahipooh
Yahileth Rodriguez
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Nunca pensé que cometer una locura de puro amor, sería catalogado por la sociedad como un pecado, un error, algo que nunca debió pasar, nunca debíamos amarnos de esa manea, simplemente era algo que no era aceptado...
¿Por qué? ¿Era un pecado ó un error?
¡NO! Nuestro amor nuca fue un error, lo que nosotros sentíamos era algo real, lleno de lujuria, placer, comodidad, deseos lascivos, pero sobre todo amor tierno y puro. Y si admito que tal vez nadie aceptaría lo nuestro, que nadie aceptaría nuestra manera de amar, "quizá por envidia" pero no lo se, solo se que lo nuestro era prohibido, y creo que aquella prohibición nos llevo a cometer un pecado lleno de lujuria sin fin, saber que era probar lo prohibido, nos llevos a la locura de amarnos, nos llevos a un mundo lleno de placer y fantasía inimaginables. Fuimos como Adan y Eva probando el fruto prohibido, consumiendo la esencia del diablo, eso fuimos pecadores sin razón, sin escrúpulos...
Ok lo admito nuestro amor era un pecado, aquella tentación que no supimos manejar, que al final quisiste ignorar lo que ya había pasado, dejarlo a un lado por miedo a la "SOCIEDAD". Si... Te deje ir, deje a un lado mi egoísmo por tenerte solo para mí; porque no quería que tu vida se volviera un martirio, por ese amor que tuvimos. Entonces... Quedaré en tu mente como una fantasía de deseos lujuriosos y en tu corazón como el pecado más deseado y amado. "Te Amo" y te dejo libre de una vida pecaminosa, libre de sufrir el rechazo del mundo. Pero solo por hoy volvamos a cometer ese pecado junto, solo por última vez, aunque sabemos que esta mal, pero hay pecado que valen la penar volver a repetir...
P.d.:Si mi amor es el pecado original, estoy dispuesta a tomar el pecado por Ti...
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
- A las 10 te pito y bajas
- ¿Te has comprado un coche?
- No, un pito.
Me dolió, pero no dije nada.
Yazmin Olivares
Hoy al fin he dejado de sentir,
y lentamente por dentro empecé a morir,
me ahogo en mi miseria y dolor,
diciéndole adiós a un sin fin de temor.
-S.A
Sam Ardila
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
- A las 10 te pito y bajas
- ¿Te has comprado un coche?
- No, un pito.
Me dolió, pero no dije nada.
Yazmin Olivares
Hoy al fin he dejado de sentir,
y lentamente por dentro empecé a morir,
me ahogo en mi miseria y dolor,
diciéndole adiós a un sin fin de temor.
-S.A
Sam Ardila