Perfil Público de salom0n
Salomón Acharte
Un poco sobre salom0n
Estadísticas
¿Cómo conseguir puntos?
Puedes obtener puntos y subir en nuestro ranking en función de estos criterios:
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
Puntos
Día 61.64
Puntos
Semana 61.64
Puntos
Mes 61.64
Puntos
Año 1
Seguidor
0
Seguidos
El cielo está en calma,
nada perturba al vapor luminoso,
al rey Paralda, el maravilloso,
cuyas huestes aparecen bajo un sol grandioso,
reposando entre nubes que tienen alma.
El rey ha decidido mostrar su bondad, y amainar la tempestad.
El rey ha decidido retirar su enfado, y guardar en su pecho el tornado.
El rey ha decidido con afán, parar con sus gritos al huracán.
El rey ha decidido perdonar a la humanidad arisca, y salvarlos de la mortal ventisca.
Una interjección aguda, suena en los oídos como un ciclón,
trompetas retumban en el viento,
como flechas veloces se lanzan regimientos,
escoltando al señor de tormentas y tormentos.
Estruendo y conmoción,
el monarca desciende en un remolino,
los árboles se doblan como hojas,
las hadas marcan un sutil camino.
El rey del aire está nuevamente,
en tierras de mortales definitivamente,
la vida cambiará como el viento, completamente.
Al despertar en la mañana,
la joven piel canela,
tiene la rutina clara,
manga larga, falda corta,
y un encaje para su cucarda.
El joven amante será el primero,
siempre alegre, siempre dispuesto,
piel lozana, nervio de acero,
le dará la clave para el ingreso,
al aposento más pequeño.
El piloto de aviones será el segundo,
al filo de la tarde, al filo de la cama,
la hará suya con las mismas ganas,
del primer encuentro en el hangar,
en la tarde que la hizo despegar.
El fino caballero será el último,
traje de seda, corbata de ensueño,
en un apartamento de lujo y pequeño,
abrirá sus columnas con deseo,
cavará profundo, hasta el infierno
Un impuro penitente,
arrodillado y clamando al cielo,
por un perdón que no es sincero,
pues desea repetir el acto,
que tuvo de rodillas a la dama,
que no pedía perdón, pero sí la cama,
que juró fidelidad a otro caballero,
que es pariente del primero,
que es menos decente, pero más certero,
en buscar el tesoro del profundo centro,
que le da vida a la mujer devota,
que quiso ser fiel y ahora está rota,
pues rompieron su temple y su vanguardia,
en una guerra sin bandera blanca,
como blancas la marcas en su retaguardia,
penetrada por el filo de una espada,
larga y ancha, como de acero forjada,
que con una sola estocada,
tiñó de sangre el campo de batalla,
y la batalla fue iniciada,
al galope del caballo y del caballero,
que es un maestro montando,
aunque pierda el norte y sea él montado,
por la dama del cofre y el tesoro,
que se abre para mostrar el oro,
que hará suyo,
el impuro penitente.
Labios,
lengua,
deseando conocerlos,
aún falta morderlos,
extasiado por esos negros ojos,
que me miran con deseo, mientras me sonrojo.
Boca,
cuello,
senos perfectos,
al sol expuestos,
sin pretextos estrujar los bordes,
con mis largos dedos, sacar los mejores acordes.
Ombligo,
cintura,
caderas turgentes,
dos piernas impresionantes,
que enmarcan una pelvis abultada,
que me turba más, así de la nada.
Tú,
yo,
alcoba bella,
vino en botella,
tus manos en mi pecho,
saltando en mi cintura, saltando en el lecho
Una sonrisa logré sacarle,
a un alma atormentada,
a un corazón vacío,
a una vida destrozada.
Y por un momento eterno,
la alegría volvió a asomarse,
la luz a encenderse,
el camino, en oro tornarse.
Pues está escrito,
que al reir llorando,
o al llorar riendo,
estará el humano viviendo.
La lágrima recorre ahora,
el rostro sonriente,
de un espíritu resplandeciente,
con un oscuro semblante.
Un alma sufrida, herida en el corazón,
ha llegado al borde de la desesperanza,
no quiere más pesar ni desazón,
su vida ya no brilla, no avanza.
Gris panorama en un cuarto vacío,
con paredes de cuadros redondos,
con dibujos oscuros salidos del karma,
los pesares son profundos y hondos.
Para saber que aún vive,
ha llamado al dolor en forma de marca,
ha marcado su piel con lanza de oro,
ha sangrado, pensando en la parca.
Como mudo testigo de lo sufrido,
ha quedado dibujado un trazo de espada,
una línea roja en la muñeca tapada,
un duro mañana, una cumbre empinada.
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
PIZZAS
Estaba una pizza llorando en el cementerio, llega otra pizza y le dice:
- ¿Era familiar?
- No, era mediana..
La soledad más amarga, no es aquella donde sólo se habla consigo mismo. Es aquella donde se tiene a quien hablarle, pero sin tener a nadie con intención de escuchar
Yoannis Alvarez Alcantara
Te vi y en un segundo
Los sueños empezaron a volar
Te conquistaba, me casaba
Muchos hijos y un hogar.
De pronto el tren paró
Te perdiste entre la gente
Toda mi vida soñada
Se deshizo de repente!!
juan romero
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
PIZZAS
Estaba una pizza llorando en el cementerio, llega otra pizza y le dice:
- ¿Era familiar?
- No, era mediana..
La soledad más amarga, no es aquella donde sólo se habla consigo mismo. Es aquella donde se tiene a quien hablarle, pero sin tener a nadie con intención de escuchar
Yoannis Alvarez Alcantara
Te vi y en un segundo
Los sueños empezaron a volar
Te conquistaba, me casaba
Muchos hijos y un hogar.
De pronto el tren paró
Te perdiste entre la gente
Toda mi vida soñada
Se deshizo de repente!!
juan romero