Perfil Público de monarap
Norma Guzmán
Un poco sobre monarap
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Estas sin estarlo, la obsecion se hace miedo a diario,
Donde Estas, lo estoy llorando..
Mi lugar favorito, alado de un arbol
Me volteaste a ver, tu sonrisa cerro con mi ayer,
Eras uno más, las palabras se las lleva el viento y no las pude alcanzar,
Noches de desvelo, creando la conexión
Soy yo en tu mente, pero ignoramos el perdón
Si no me quisiste amar
Los rios se llenan y no tienen agua
Barreras en caminos sin manejar
Tus manos con las mías ya no se podran tocar.
No estoy donde debería estar,
Olvido el calido recuerdo de tu mirar
Labios rotos por las mañanas
Labiales generosos que ayudan y te sanan
Una presa mas que se agrega a tu lista
Estoy cuando debería estar
Es lo que dice tu sonrisa!
Egoísta, antipática, y fría
Tu alma se desvia de las vias sin mi compañia
Peones, alfil y torres querías
Para que conformarse con la Reyna
Si ya la conociste podrida,
Es un juego que ya no jugaría
Todos sabemos que no te gusta perder, fui yo quien lo hacía
Ataques al corazón sin ser yo quien los producía
Tranquilla, ahora eres suficiente y fría
Existe el dolor, existe el amor,
Género el perdón cicatrices que tapan las drogas y alcohol
Existe el dolor existe el amor
Orgulloso y sin corazón, ahi todo quedo
Estas sin estarlo, la obsecion se hace miedo a diario,
Donde Estas, lo estoy llorando..
Mi lugar favorito, alado de un arbol
Demonios me atormentan, Estan en mi cabeza
Mis noches son rojas y ya no son negras
Abraza mi recuerdo, como a tu estrella
Cubre tu aroma con el olor de ella
Somos suficientes que no nos supimos amar
Clavos en las heridas, curitas que cubrian esa compañia
Confía, y la pasaras mal
La gente nunca se queda, se va de tu lugar.
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
- A las 10 te pito y bajas
- ¿Te has comprado un coche?
- No, un pito.
Me dolió, pero no dije nada.
Yazmin Olivares
Hoy al fin he dejado de sentir,
y lentamente por dentro empecé a morir,
me ahogo en mi miseria y dolor,
diciéndole adiós a un sin fin de temor.
-S.A
Sam Ardila
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
- A las 10 te pito y bajas
- ¿Te has comprado un coche?
- No, un pito.
Me dolió, pero no dije nada.
Yazmin Olivares
Hoy al fin he dejado de sentir,
y lentamente por dentro empecé a morir,
me ahogo en mi miseria y dolor,
diciéndole adiós a un sin fin de temor.
-S.A
Sam Ardila