Perfil Público de leog72
Leobet García López
Un poco sobre leog72
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Puntos
Día 21.66
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Semana 21.66
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Mes 21.66
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Año 1
Seguidor
0
Seguidos
Ajena estaba la ciudad
a los desolados prejuicios.
Lejos de nosotros
cuánta miseria en las luces
que dejamos atrás.
Tanto miedo a cuestas,
viejas leyes nos rondan
y hay quienes murmuran
y luego regresan,
la escalera sigue intacta
y nos aguarda sin rencores,
acosados después por el desorden público
de transeúntes rabiosos,
fuegos multicolores de autos atrasados
a la presunta jornada
de inolvidables amaneceres,
el claxon que interrumpe la marcha del perro
que se cuida del muro mientras orina.
Una muchacha enamorada
se pierde calle abajo
con su cesta.
Pero un edificio se derrumba
en las agujas que dan al puerto.
Otra muchacha viene,
se acerca y muestra
sus senos
hasta la madrugada.
Un niño en la calle me mira
mientras descuida su pelota.
Laten ruidos intranquilos,
murmullos que me nacen del alma
y después escribo tu nombre.
Se abre una puerta
y mis manos sangran
sobre este papel sediento
que truena en el aguacero.
Aunque bajo el amor
duerma profunda la sed
de viejas prostitutas
que se anunciaron en los diarios
del país vecino.
Amores baratos
que dejan huellas en el camino
mal andado de la vida,
botellas a medias
en tu cintura,
mesas y desorden
sobre tus nalgas
y borrachos de ocho centavos
por noche
detrás de cada puerta.
Guitarras gastadas
en la siempre misma canturía.
Sé que le queda poco a mis pies
frente a este tribunal público
y hay cuchillos que me buscan.
Presiento violencia
sobre estos carros de basura,
mis ojos despiertos
tocan puertas trasnochados
y no encuentro refugio.
Está llegando otro amanecer
y crujen bisagras
que dan al cadalso,
cuervos que se tutean
mis pedazos
en barajas que no enseñan la ciudad,
me queda despertar
y las torres se alzan
buscando el cielo.
última tabla de salvación
pero las brujas me dejan
hereje
en este festín.
Ya tiré el último cigarro
y me busca la gitana
que mueve las cartas
y habla de caminos y ríos
después que la ciudad ha muerto.
Al norte de tus piernas
tengo una casa dónde pongo
a calentar mi cuerpo y mueren
las distintas estaciones de los inviernos.
Abierta está la puerta que un día
cerraste a la multitud.
Te conozco y la noche trae tu aliento.
Los huesos se alborotan , la distancia
se evapora cuando se encuentran
Nuestros labios condenados
a beber del sudor ,la sal dulce al final
de un grito.
Hace tiempo que ensayamos una aventura
de salivas.
Lenguas peregrinas en los insomnios del deseo.
Muslos profanados en las puntas pasionales
de las agujas.
Derrames incongruentes en los salientes
dilatados de tu sexo.
Al norte de tus piernas desplegadas auroras
me recuerdan que un siglo es un segundo,
que el fuego es la llama sin quemar
de los quejidos.
El naufragio es respirar con los ojos cerrados. El temblor la piel rupestre en los salientes de tu isla.
Al norte de tus piernas he descubierto fósiles de pantanos, y aún prolongo hundimientos. Torrentes de nata se suicidan.
Morir es un golpe horizontal propulsado por tus caderas
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
PIZZAS
Estaba una pizza llorando en el cementerio, llega otra pizza y le dice:
- ¿Era familiar?
- No, era mediana..
La soledad más amarga, no es aquella donde sólo se habla consigo mismo. Es aquella donde se tiene a quien hablarle, pero sin tener a nadie con intención de escuchar
Yoannis Alvarez Alcantara
Te vi y en un segundo
Los sueños empezaron a volar
Te conquistaba, me casaba
Muchos hijos y un hogar.
De pronto el tren paró
Te perdiste entre la gente
Toda mi vida soñada
Se deshizo de repente!!
juan romero
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
PIZZAS
Estaba una pizza llorando en el cementerio, llega otra pizza y le dice:
- ¿Era familiar?
- No, era mediana..
La soledad más amarga, no es aquella donde sólo se habla consigo mismo. Es aquella donde se tiene a quien hablarle, pero sin tener a nadie con intención de escuchar
Yoannis Alvarez Alcantara
Te vi y en un segundo
Los sueños empezaron a volar
Te conquistaba, me casaba
Muchos hijos y un hogar.
De pronto el tren paró
Te perdiste entre la gente
Toda mi vida soñada
Se deshizo de repente!!
juan romero