Perfil Público de johnfigue
Alfredo Chicaiza
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Puntos
Día 1.02
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Semana 1.02
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Mes 21.12
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Año 1
Seguidor
0
Seguidos
He de olvidar el sueño más dulce
Al ver que tus anhelos me han desdeñado
Al sentir el néctar de tus labios ser saboreado
Mientras en tinieblas tu silueta se trasluce
He de olvidar el sueño más dulce
Aunque quede en mí tú embriagador aroma
Aunque quede sin tu luz en la oscuridad que colma
Oprimiendo un sufrir que a la locura conduce.
En el profundo y abismal olvido
Rememoro la luz que no aprecie a tu lado
Reviviendo esos besos que has de haber enterrado
Impotente tratando de arrastrar hacia mí el pasado.
Andando sin rumbo aparente
Rogando por un segundo de gozo
Donde mi dolor por tu belleza sea calmado
Y con un suspiro me libres ¡Oh alma benevolente!
El pesar del tiempo cae sin demora alguna
Partiendo la memoria en innumerables pedazos
Como polvo que en el viento plasma sus trazos
Así recuerdo ahora mi cordura tan lejana.
Sintiendo tu piel como un vestigio
De lo que fue alguna vez nuestra felicidad oculta
Aquel enredo que negaras fielmente devota
Tratando de borra la memoria, perderla cual naufragio.
Me has negado tu calor en esta fría noche
Mientras él duerme aferrado a tu palpitante fuego
Me has dejado a la deriva perdido y ciego
Mientras él vive de tu amor y el derroche.
Si tan solo pudiese regresar a esos ojos verdes
Con profundas y almendradas lagunas
Mientras nuestros labios bailan al filo de las copas
Y mis manos persiguen las tuyas incansables.
He de olvidar el sueño más dulce
Al ver que tus anhelos me han desdeñado
Al sentir el néctar de tus labios ser saboreado
Mientras en tinieblas tu silueta se trasluce
He de olvidar el sueño más dulce
Aunque quede en mí tú embriagador aroma
Aunque quede sin tu luz en la oscuridad que colma
Oprimiendo un sufrir que a la locura conduce.
En el profundo y abismal olvido
Rememoro la luz que no aprecie a tu lado
Reviviendo esos besos que has de haber enterrado
Impotente tratando de arrastrar hacia mí el pasado.
Andando sin rumbo aparente
Rogando por un segundo de gozo
Donde mi dolor por tu belleza sea calmado
Y con un suspiro me libres ¡Oh alma benevolente!
El pesar del tiempo cae sin demora alguna
Partiendo la memoria en innumerables pedazos
Como polvo que en el viento plasma sus trazos
Así recuerdo ahora mi cordura tan lejana.
Sintiendo tu piel como un vestigio
De lo que fue alguna vez nuestra felicidad oculta
Aquel enredo que negaras fielmente devota
Tratando de borra la memoria, perderla cual naufragio.
Me has negado tu calor en esta fría noche
Mientras él duerme aferrado a tu palpitante fuego
Me has dejado a la deriva perdido y ciego
Mientras él vive de tu amor y el derroche.
Si tan solo pudiese regresar a esos ojos verdes
Con profundas y almendradas lagunas
Mientras nuestros labios bailan al filo de las copas
Y mis manos persiguen las tuyas incansables.
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
PIZZAS
Estaba una pizza llorando en el cementerio, llega otra pizza y le dice:
- ¿Era familiar?
- No, era mediana..
La soledad más amarga, no es aquella donde sólo se habla consigo mismo. Es aquella donde se tiene a quien hablarle, pero sin tener a nadie con intención de escuchar
Yoannis Alvarez Alcantara
Te vi y en un segundo
Los sueños empezaron a volar
Te conquistaba, me casaba
Muchos hijos y un hogar.
De pronto el tren paró
Te perdiste entre la gente
Toda mi vida soñada
Se deshizo de repente!!
juan romero
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
PIZZAS
Estaba una pizza llorando en el cementerio, llega otra pizza y le dice:
- ¿Era familiar?
- No, era mediana..
La soledad más amarga, no es aquella donde sólo se habla consigo mismo. Es aquella donde se tiene a quien hablarle, pero sin tener a nadie con intención de escuchar
Yoannis Alvarez Alcantara
Te vi y en un segundo
Los sueños empezaron a volar
Te conquistaba, me casaba
Muchos hijos y un hogar.
De pronto el tren paró
Te perdiste entre la gente
Toda mi vida soñada
Se deshizo de repente!!
juan romero