Perfil Público de j-dalvi
Jesús David Altahona Villarreal
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Era una bella tarde de invierno cuando por el río Magdalena pasaba un barco con un grupo de soldado que llegarían hasta la población de Heredia a pasar allí la noche de ese día. Todos aquellos uniformados bajaron de aquel barco excepto un joven que tocaba guitarra, el cual al llegar al puerto comenzó a observar cómo se ocultaba el sol y lleno de alegría comenzó a cantar; un grupo de pescadores que estaban cerca de aquel barco se acercaron y entre ellos una linda joven que al escuchar la voz de aquel muchacho quedo encantada.
─ Muchacho, que lindo cantas ─ dijeron aquellos pescadores ─ cierto, cantas muy lindo ─ repitió aquella hermosa joven.
─ gracias a todos y a ti hermosa joven ─ dijo aquel soldado muy sonriente
Aquel joven siguió cantando y esta vez una canción de amor se escuchaba en aquel puerto, como si aquel muchacho se hubiera enamorado a primera vista. Unos minutos después los pescadores siguieron con su labor de pescar y se fueron de aquel puerto, pero aquella joven siguió allí escuchando más canciones. Poco después el joven dejo de cantar y bajo del barco a hablar con aquella jovencita.
¬─ gusto en conocerte joven, ¿cómo te llamas? ─ me llamo Laura ─ respondió la joven
─ soy David y es un gusto conocerte Laura ─ dijo aquel muchacho
Aquellos jóvenes siguieron hablando por largas horas, luego de aquella charla Laura se fue hasta su casa muy feliz.
Horas después el comandante de aquel grupo de soldados recibió una llamada donde su capitán le decía que debía quedarse en Heredia por varios días, David al escuchar esto se emocionó porque así podía conocer más aquella joven que tanto llamo su atención.
Llego la mañana y David salió por el pueblo queriendo saber dónde vivía Laura, después de preguntar llego hasta su casa y allí estaba su Laura, ella muy contenta lo recibió y hablaron hasta muy tarde. Llego la noche y el joven soldado esperaba a Laura para salir a caminar por el pueblo como habían acordado y aquella noche fue una gran cita para ellos. Esa fue su rutina por varios días, pero llego la hora de partida, aquel soldado tenía que seguir con su viaje y fue muy dura aquella despedida.
─ volveré por ti Laura, ten paciencia y espérame─ dijo esto aquel joven ─ te esperaré mi poeta ─ respondió Laura.
Partió aquel barco y aquella joven lloro esa dura despedida. Pasaron varios meses y Laura no había sabido más de David, no habían tenido una llamada, ni una carta que le hiciera saber de él, sin embargo, ella seguía con la esperanza que él volvería.
Siguió pasando el tiempo y aquella joven pueblerina no paraba de extrañar a su poeta, no dejaba de pensar en aquellas promesas, ya su esperanza iba perdiéndose poco a poco.
Era ya septiembre mes de celebración de las fiestas patronales de Heredia y aquella tarde Laura salió para la plaza a escuchar el festival que se realizaba por tradición, para sorpresa de ella ahí estaba su amado en tarima interpretando una canción que le había hecho a su gran amor
─ hoy volví a tu pueblo, cumpliendo la promesa que un día te hice, hoy me siento contento porque sé que aún tenías la esperanza de verme ─ esto cantaba aquel muchacho en su canción.
Laura muy contenta y con lágrimas en sus ojos subió hasta la tarima y abrazo a su amado y juntos lloraron. Aquel día el joven soldado le pidió matrimonio a Laura y el último día de aquella fiesta se casaron y vivieron felices hasta el final de sus vidas.
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
PIZZAS
Estaba una pizza llorando en el cementerio, llega otra pizza y le dice:
- ¿Era familiar?
- No, era mediana..
La soledad más amarga, no es aquella donde sólo se habla consigo mismo. Es aquella donde se tiene a quien hablarle, pero sin tener a nadie con intención de escuchar
Yoannis Alvarez Alcantara
Te vi y en un segundo
Los sueños empezaron a volar
Te conquistaba, me casaba
Muchos hijos y un hogar.
De pronto el tren paró
Te perdiste entre la gente
Toda mi vida soñada
Se deshizo de repente!!
juan romero
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
PIZZAS
Estaba una pizza llorando en el cementerio, llega otra pizza y le dice:
- ¿Era familiar?
- No, era mediana..
La soledad más amarga, no es aquella donde sólo se habla consigo mismo. Es aquella donde se tiene a quien hablarle, pero sin tener a nadie con intención de escuchar
Yoannis Alvarez Alcantara
Te vi y en un segundo
Los sueños empezaron a volar
Te conquistaba, me casaba
Muchos hijos y un hogar.
De pronto el tren paró
Te perdiste entre la gente
Toda mi vida soñada
Se deshizo de repente!!
juan romero