Perfil Público de ejn79021
Emilio José
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Me dijiste: te amaré
Con tus labios sin amar
Y cuando los fui a besar
Solo tu traición besé.
Luego dije: la olvidé,
Cómo a mi ella ya ha logrado,
Pero aunque el tiempo ha pasado
Las trampas del lado izquierdo
Logra en jaulas del recuerdo
Mantenerme capturado.
Tu ausencia me duele
Porque busco y no estás;
Y mi corazón quiere
Mover las manos del reloj
Hacia atrás,
pero
¡"no puede"!
Le gritan las manecillas
Ahogadas por las paredes
Del tiempo,
como yo...
El liquido crespón cubre tu cara;
El velo del adiós se levanta;
Parece mentira hasta el consuelo;
La agonía y la lejanía es tanta
Que pareces no gritar suficiente
Su nombre en tu garganta.
Su presencia no está muerta...
¡Es mentira su muerte!
Entre estás horas inciertas,
¡Escuchas! Te alegras, creyendo
Que va a entra por la puerta.
Ves llegar su sonrisa liberta
Sobre un viaje de aire y fragancia;
Abrazas la espalda ausente
En tu reconstrucción de añoranzas;
Soplan las ojarascas de su adiós
Formando su imagen lejana;
Te trae un ramo de estrellas
Con tallos azules de cielo
Y una de esas estrellas
Aromatiza de besos tu pelo.
Ahora estás más feliz,
Tu mente se ha tragado el luto
Y has expectorado su adiós;
Se te alegran los minutos
Al poder oír su voz.
Se juntan los amores
Que un cruel ladrón raptó,
Un amor que se columpió
Sobre años, risas y flores.
Pero, pausas, suspiras,
El dolor de su muerte no es mentira.
Cae otra gota tibia
Entre sollozos y quebrantos,
La perdida duele tanto
Que ni con flores se alivia.
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
- A las 10 te pito y bajas
- ¿Te has comprado un coche?
- No, un pito.
Me dolió, pero no dije nada.
Yazmin Olivares
Hoy al fin he dejado de sentir,
y lentamente por dentro empecé a morir,
me ahogo en mi miseria y dolor,
diciéndole adiós a un sin fin de temor.
-S.A
Sam Ardila
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
- A las 10 te pito y bajas
- ¿Te has comprado un coche?
- No, un pito.
Me dolió, pero no dije nada.
Yazmin Olivares
Hoy al fin he dejado de sentir,
y lentamente por dentro empecé a morir,
me ahogo en mi miseria y dolor,
diciéndole adiós a un sin fin de temor.
-S.A
Sam Ardila