Perfil Público de danteverne
Dante Verne
Un poco sobre danteverne
Estadísticas
¿Cómo conseguir puntos?
Puedes obtener puntos y subir en nuestro ranking en función de estos criterios:
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
- 15 puntos por cuento subido
- 10 puntos por poema subido
- 8 puntos por chiste subido
- 5 puntos por frase subida
- 1 punto por cada seguidor
- 0.02 puntos por voto positivo recibido
- -0.02 puntos por voto negativo recibido
Puntos
Día 185.22
Puntos
Semana 215.70
Puntos
Mes 403.62
Puntos
Año 7
Seguidores
0
Seguidos
Dejadme que brinde hoy por los atrapasueños,
por los delirios que resplandecen en los ojos de las lechuzas,
por la raíz del dolor
y los años roncos que me partieron por la cintura.
Por los decibelios que encontraron cobijo en mis huesos,
por la tristeza azul de tus ojos y la sonrisa permanente en las venas,
por el viento famélico que me tortura por las noches,
por los momentos revestidos de deseo,
por las ojeras que me trajo noviembre
y por los destellos de plata y ocre de enero.
Por las esclusas que debo pasar para verte,
por los relámpagos en mi sangre que como luces de neón
siempre suben la montaña en busca del trueno.
Por tu padre, por tu madre, por tus hermanos y por tus hijos,
por todos los ríos, por todos los desafíos,
por todos los desniveles del mundo entero,
por todo el calor consumido y por el frío.
Por las horas que se acaban y por las que nunca llegaron,
por las que nacen sin que sepamos por qué ni cuando,
por los que siembran cielos azules en grises cielos,
por las dudas, por las certezas,
por el amor que nos une,
por las humildes grandezas que después de años
nos siguen acompañando en nuestro camino.
Por todos los sueños que desearíamos ver cumplidos,
por las bienvenidas, por las despedidas,
por los daños, por las heridas que escuecen
y por aquellas que hace tanto tiempo cicatrizaron.
Dejadme que brinde hoy por la vida,
por tu vida, por mi vida, por nuestras vidas,
que un día se entrelazaron y aquí siguen
dándolo todo en este brindis para que recordemos
que este momento es simplemente perfecto
y que para vivir no hay secretos,
que en la mía ya solo hay cabida,
para toda la gente que quiero.
Tu nombre se escurre, transita en vaivén,
don de la zozobra ungida
de un eterno relato.
Respiro por tus ojos,
habitas en mi piel,
y de repente, en un bucle abierto
de oleadas inversas y rebeldes
me invade un despliegue
de cumulonimbos de papel.
Tu nombre se teje a un orvallo,
a una frecuencia de huellas arenosas,
a dos palabras entre paréntesis
(o tres).
Tu nombre no recuerda su nombre,
y el mío transige y le sigue
a través de un océano inmenso
donde el olvido se hace carne,
donde tú sólo eres tú
y yo…
yo me olvidé de ser.
Que me mate el temblor más deseado
con un pacto que llega desde dentro,
que arda el fuego en el fuego, mortal centro
destinado al encuentro descarnado.
Que mi lengua se queme si a tu lado
en varios arrebatos me concentro,
que fluya la pasión si por fin entro
y de un trago te trago embelesado.
De tu boca sedienta algún cometa
saltando de tu pecho estando en celo
en un exceso urgente me completa,
déjate amar y vuela alto, levita,
déjate caer desde el entrecielo,
y resucita nueva, resucita.
Cerré los ojos en un alarde apresurado,
en un vano intento de no verte.
Ceñida a tu belleza
la luz se hacía hueco.
Tú la raptabas en tus sombras,
en el eco de la vida de unos ojos,
en el movimiento de arena tibia
de un pecho con el ímpetu dentro.
Tu sonrisa tibia era un secreto,
y en tus huellas una llama ardía
mientras yo me deshacía en silencio.
Desde que hallaste la manera
de transfigurar la primera sensación
en una invitación al amor
soy cadáver prisionero
de tu extraño modelo.
Quiero despojarme de la materia
compañera de vacíos
cargados de silogismos
causa-efecto sin sentido,
que ya no siento ni padezco,
que solo me queda
esta eléctrica impaciencia de vuelo,
ansias de ventanas abiertas
que anuncien resurrección:
deuda del alma
al cuerpo.
Convulso, como la génesis del olvido,
reniego en paradojas de la geometría del futuro.
Profundo, aspiro a la derrota de la bestia que palpita
entre mis hordas enemigas, sin tapujos.
Y esa nada, ese cero de puños asesinos,
no admite márgenes al mundo.
Absurdo, como un trébol sin hojas,
como el maquillaje insustancial de un difunto.
Nocturno, como el deseo insatisfecho, como el hilo
que no se pliega a un no rotundo.
Y esa nada, ese cero implacable y mezquino
que ronda mi mente con prejuicios
me dice que ya no existes,
que ya no soy,
que ya no eres ni parte ni núcleo.
Si tú me buscas,
hazlo en el murmullo de mis huesos,
en el insólito crepúsculo de un latido.
Si tú me buscas,
que sepas que no renuncio.
Si tú me buscas,
aún no me des por vencido.
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
PIZZAS
Estaba una pizza llorando en el cementerio, llega otra pizza y le dice:
- ¿Era familiar?
- No, era mediana..
La soledad más amarga, no es aquella donde sólo se habla consigo mismo. Es aquella donde se tiene a quien hablarle, pero sin tener a nadie con intención de escuchar
Yoannis Alvarez Alcantara
Te vi y en un segundo
Los sueños empezaron a volar
Te conquistaba, me casaba
Muchos hijos y un hogar.
De pronto el tren paró
Te perdiste entre la gente
Toda mi vida soñada
Se deshizo de repente!!
juan romero
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
PIZZAS
Estaba una pizza llorando en el cementerio, llega otra pizza y le dice:
- ¿Era familiar?
- No, era mediana..
La soledad más amarga, no es aquella donde sólo se habla consigo mismo. Es aquella donde se tiene a quien hablarle, pero sin tener a nadie con intención de escuchar
Yoannis Alvarez Alcantara
Te vi y en un segundo
Los sueños empezaron a volar
Te conquistaba, me casaba
Muchos hijos y un hogar.
De pronto el tren paró
Te perdiste entre la gente
Toda mi vida soñada
Se deshizo de repente!!
juan romero