Perfil Público de caminamu
Camila Namuncura
Un poco sobre caminamu
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- 5 puntos por frase subida
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Puntos
Día 55.32
Puntos
Semana 55.32
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Mes 55.32
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Año 0
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4
Seguidos
Te cuento
que escucho poesía
para volver a mí.
Me ayuda un poco
a desenmarañar.
Emociones, qué más.
Sensaciones.
Pensamientos raros.
Son conversaciones.
Y yo,
no estoy incluida.
Te cuento igual
lo que escucho ahí.
Son incoherencias
muy coherentes.
Lo veo también,
es una locura.
Veo como aparecen.
De la nada, se crean.
Están ahí sabés,
flotando en colores.
Es un show de luces.
Las palabras explotan
como si una
reflejara miles
y como si en vez de hablar,
cantaran.
Se multiplican
descontroladamente,
hermosamente.
Hace que te sientas
afuera de tu piel.
Yo lo veo
y te lo cuento
en versos escritos
con todo el deseo
de que sientas,
aunque sea un poco,
lo que es escuchar
poesía dentro tuyo.
La luna me obsequió
el hábito de escribir sin tinta
en rincones sofocados
y difíciles de airear.
El sol encontró sombras
que reclamaban su luz
y con un poco de fuego
las transformamos en altar.
Se desnudaron mis manos
y dejaron ver que dentro mío
habitaban los aullidos
de una jauría insaciable.
Me abrí a la transparencia
y abracé el tormento
de desgarrar esa piel
que alguna vez me acobijó.
¿Te acordás cuando el concepto de simple me parecía demasiado complejo para vivirlo en coherencia? Pensar que ahora lo racional perdió autoridad y que en mi versión más valiente elijo la simpleza como lo esencial para habitar este cuerpo salvaje.
Conocimos mi peor versión
y a vos un poco te sedujo.
Yo quería gustarte,
más que gustarme a mí.
Abrí una puerta
de la que sólo se salía
y pude ver el espacio
que había en lo vacío.
Naufragué en arena modeviza
y me hundí resistiendo,
pensando que morir en lucha
era más leal que rendirse.
Corrí pasillos interminables
para intentar llegar a vos,
pero más me acercaba,
más me alejaba.
Solté un mundo
para agarrar otro
y de tanto apretarlo,
lo rompí.
Estallé en colores
y viaje en trozos de tierra,
como si creyera que la nada
tiene potencial de todo.
Terminé creando
un universo dentro mío
y me desarmé en infinito
para compartirme en expansión.
Ahora te escribo esto
con un deseo visceral,
de que recuerdes
y estalles conmigo.
Sinceramente,
va a doler,
aunque,
amorosamente.
Narro poemas pensando en vos con la esperanza de que cuando vos escribas, mis palabras se te acerquen al oído.
Quiero saber si cuando te veo en mis sueños
vos también sentís el roce de mi piel acariciándote los huesos.
Siento el calor de tus manos tocando las mías cada vez que los números relatan novelas de amor en voz baja.
Cuánto más tengo que desear para poder vibrar en las mismas frecuencias y que en alguna descarga eléctrica nuestra energía se eriede.
Se prende fuego todo cuando cerramos los ojos estando a distancia y nos encontramos igual a través de un contacto visual.
Tengo la certeza de que cuando camino senderos sentís los aromas que respiro, y es que el perfume de la tierra, siempre llega a las narices que atesoran la osadía de sentirlo todo.
Qué dulce confirmación es camuflarnos entre la inmensidad de las montañas y escuchar cómo revolucionan esos universos que militan el amor.
Desvanecerme en un abrazo que me limpie la tristeza escuchando mis latidos.
Una caricia en el hombro que me permita encontrar el dulzor de mis pómulos salados.
Un nido de sábanas blancas y frazadas felpudas que refugien esta piel que se habita en alerta.
Una taza de té que abrigue mi garganta como lo hacían los pañuelos de algodón con los que me envolvía el cuello papá.
Una mano tibia que apriete la mía cuando mi cuarto se inunde y mi ropa mojada me enfríe los pies.
Un suspiro donde mi pierna se encime sobre otra para sentir la calidez de una piel templada diciendo que me quiere.
Un beso en mi frente que arrope mis heridas sin intenciones de curarlas pero con todo el amor para atravesar mis barreras y validarlas.
Unos dedos que me trencen el pelo sin ajustarlo demasiado para sentir cómo es la ternura de cuidar un rostro rojizo y desbordado cuando lo amás.
Una vela que caliente mi mirada y me muestre lo sagrado de estar sola incluso esas noches en las que me da miedo la oscuridad.
Me gusta que me amen con suavidad, me gustan las caricias que te hacen llorar.
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
PIZZAS
Estaba una pizza llorando en el cementerio, llega otra pizza y le dice:
- ¿Era familiar?
- No, era mediana..
La soledad más amarga, no es aquella donde sólo se habla consigo mismo. Es aquella donde se tiene a quien hablarle, pero sin tener a nadie con intención de escuchar
Yoannis Alvarez Alcantara
Te vi y en un segundo
Los sueños empezaron a volar
Te conquistaba, me casaba
Muchos hijos y un hogar.
De pronto el tren paró
Te perdiste entre la gente
Toda mi vida soñada
Se deshizo de repente!!
juan romero
INGRATA
Era Juan un muchacho de serena mirada
que lograba objetivos con ahínco ejemplar,
que soñaba despierto buscando su amada
y hacerla su esposa y llevarla a su hogar.
Y una tarde cualquiera surgió la sonrisa
una hermosa muchacha se la respondió
al impulso espontáneo de dos corazones
se tiñó el mundo rosa y en rosa quedó.
Y el amor floreció al compás de la vida
el honrado trabajo sus frutos rindió
el pan abundaba dorado en la mesa
y el jardín que crearon también floreció.
Un aroma de cielo invadió la hondonada
con contornos azules se tiñó la distancia
las violetas vinieron a erigirse las reinas
y en el aire esparcían su dulce fragancia.
Con susurros de amor se tejió la morada,
sonrisas y sueños llenaban la estancia,
dos corazones latían en perfecta armonía,
y en cada rincón floreció en abundancia.
Pero, una tarde cualquiera rehuyó su mirada
y a la tarde siguiente ya no la encontró
con el alma en la mano esperó si llegaba
pero, al día siguiente, tampoco la halló.
Haciendo uso total de su libre albedrío
sin querer sopesar que era tan querida
decidió que era tiempo ya de marcharse
e hizo pacto total con su propia partida
Recorrió la senda por la que había venido
y siguiendo hacia lejos, de allí se marchó.
olvidó las sonrisas, caricias y sueños,
los momentos felices, también olvidó.
Sentado al portal esperaba el crepúsculo
y lloró aquella noche, pues tenía por qué
y las horas se fueron caminando lentamente
a contar de esa aciaga en la que ella se fue.
Un dolor lacerante se ha instalado en su pecho
el insomnio constante es su fiel compañero
una angustia latente ha invadido a su alma
al poder comprobar que ese amor era artero.
¿Dónde estarás ahora, ingrata avecilla?
¿Por dónde camina tu diminuto pisar?
¿Te salpica la lluvia, te refresca la brisa,
te entrega su sombra el más verde pinar?
Y esa vida feliz se escapó en desbandada
y toda esa dicha también sucumbió.
El perro preferido se fue hacia el camino
y la flor que quedaba de pena murió.
Y Juan vive ahora
Enviado por beache
PIZZAS
Estaba una pizza llorando en el cementerio, llega otra pizza y le dice:
- ¿Era familiar?
- No, era mediana..
La soledad más amarga, no es aquella donde sólo se habla consigo mismo. Es aquella donde se tiene a quien hablarle, pero sin tener a nadie con intención de escuchar
Yoannis Alvarez Alcantara
Te vi y en un segundo
Los sueños empezaron a volar
Te conquistaba, me casaba
Muchos hijos y un hogar.
De pronto el tren paró
Te perdiste entre la gente
Toda mi vida soñada
Se deshizo de repente!!
juan romero